Severos castigos convertirían a los hijos en agresores

screenshot.2366Diálogo. Tanto el maltrato físico como el psicológico tienen fatal consecuencia. Comunicación desde la niñez ayuda a no provocar rencor.

Leidy Yaya G.

Una mala relación familiar sería el detonante para que los hijos se conviertan en verdugos de sus padres. Con frecuencia los progenitores gritan a sus hijos e incluso los golpean como una forma de reprimirlos por una mala conducta; sin embargo, esta acción desencadena un sentimiento de rencor que con el pasar de los años aumenta.

Esa ira contenida haría que el menor piense en vengarse y deje de importarle cualquier vínculo sanguíneo. Otro motivo es la falta de control en sus emociones, convirtiendo cualquier sensación de tristeza o rabia en un impulso homicida.

Según especialistas, como la psicoterapeuta Carmen González, la mejor forma de corregir a sus hijos es con el diálogo y quitándoles lo que les gusta en vez de insultarlos y agredirlos.

También las continuas agresiones provocan problemas de aprendizaje, agresividad y conductas delictivas.

Sería el caso de Rosalinda E.B. (14), quien acuchilló a su madre mientras dormía por haberla atado a una cama como castigo por escaparse de su casa.

Madre la perdonó

Luego de que su hija intentara asesinarla, Mónica Sandoval (43) manifestó haberla perdonado. Según la mujer todo habría sido producto de un acto satánico, incluso contó que participó del juego de la ‘ouija’. La señora aceptó su culpa por golpearla, atarla y amenazarla con llevarla a un centro de rehabilitación.

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