Roberto Ochoa B.
La noticia pasó casi inadvertida entre los partidos del Mundial en Brasil, el “Caso Edita” y la sangría en Medio Oriente: científicos polacos demostraron la existencia de dos observatorios astronómicos en Machu Picchu con la capacidad suficiente para medir solsticios, equinoccios y hasta para anticipar eclipses y otros fenómenos celestiales.
La novedad radica en que se habrían realizado las medidas exactas para demostrar una verdad que fue elogiada por los cronistas españoles y, más recientemente, por especialistas en arqueoastronomía como Johan Reinhard y Gary Urton, entre otros.
La noticia fue revelada por Fernando Astete Victoria, jefe del parque nacional Machu Picchu, y por los científicos polacos Jacék Kosciuk, de la Universidad Técnica de Wroclaw, y Mariusz Ziolkowskide, de la Universidad de Varsovia.
Y son estos tres personajes quienes expondrán los alcances de sus investigaciones en el Planetario de Lima, en el Morro Solar (Chorrillos), el próximo miércoles 30 de julio a las 11 de la mañana. Todo esto en el marco de las actividades organizadas por la Embajada de Polonia para celebrar el 540 aniversario del nacimiento de Copérnico.
Los expertos peruanos y polacos investigaron el sector de Intimachay, donde identificaron un observatorio astronómico situado en la parte posterior e inferior de la “Sala de los espejos” de la llaqta de Machu Picchu, donde fue investigada una estructura incaica compuesta por una ventana frontal y lateral.
Los otros estudios se realizaron en el observatorio de Inkaraqay, ubicado al noreste de la montaña Huayna Picchu, que presenta una portada de doble jamba con dos nichos de forma trapezoidal.
Se comprobó que este observatorio fue un lugar sagrado que determinaba con precisión los fenómenos celestes, solsticios de verano e invierno, así como los movimientos de la Luna.
Claves
La exposición “Nuevos avances de las investigaciones arqueoastronómicas en el Santuario Histórico de Machu Picchu”. Estará a cargo de los investigadores polacos y del destacado arqueólogo cusqueño Fernando Astete, jefe del Parque Arqueológico de Machu Picchu.
LA REPÚBLICA