“La cultura es el plato principal y no el postre”

screenshot.2859El escritor griego, autor de un ciclo de novela negra sobre la crisis de su país, cree que no habrá reconstrucción social si los políticos no dialogan con los intelectuales.

EFE
San Sebastián
Harto de hablar de la crisis, el escritor griego Petros Márkaris advierte a los políticos de que “no lo saben todo” y que deberían invitar a los intelectuales a participar en el debate sobre el futuro de Europa, ya que “la cultura es el plato principal aunque se empeñen en tratarla como el postre”.
Con esta contundencia dibuja un pesimista Márkaris (Estambul 1937), “padre” del detective Kostas Jaritos esclarecedor de asesinatos y descriptor de la coyuntura demoledora de la Grecia actual, la fórmula para enfocar la construcción europea.
“Los políticos creen que pueden hacerlo todo, pero no pueden porque no lo saben todo”, señala en una entrevista con Efe durante su primera visita a San Sebastián, donde compartió café y charla con sus seguidores dentro del ciclo Literaktum celebrado en esta ciudad del norte de España.
“No se puede esperar una Europa mejor mediante discusiones en las que no participen intelectuales, representantes de la literatura o artistas”, una participación que debe ser además “activa” y en “todos los países” como ocurrió después de la Segunda Guerra Mundial, recuerda Márkaris.
El autor griego cree que se requiere de un “feed back” con la intelectualidad que no existe y contrapone este anhelo con los recortes en educación y cultura que han llevado a cabo muchos gobiernos europeos a quienes recuerda que “la cultura es el plato principal y no el postre”, pero los políticos “desafortunadamente no lo entienden”, afirma.
Tampoco es ajeno al auge del racismo y el nacionalismo, una circunstancia que define “como una enfermedad que tiene sus efectos secundarios” y que “no solo se manifiesta en los movimientos separatistas del País Vasco o Cataluña”, en los que prefiere “no entrar”.
Considera que se está creando un clima de “gran nacionalismo” entre el norte y el sur de Europa, de forma que los alemanes se quejan porque tienen que transferir dinero a los mediterráneos y estos ven en sus vecinos norteños una “fuente de opresión”.
En todo caso cree que “no es un cliché” pensar que los países sacarán las lecciones adecuadas tras sobrevivir estos años difíciles ya que la crisis es “efectivamente” una “buena oportunidad” para la reflexión y para “detectar lo que se ha hecho mal”.
Augura que de las próximas elecciones surgirá un Parlamento Europeo “terrible y que asustará” por el aumento de los euroescépticos y la presencia de la extrema derecha.
Márkaris reconoce que está “cansado y harto” de hablar de la crisis y teme repetirse por lo que su próxima obra se alejará de esta temática. Por ahora espera concluir el libro que servirá de epílogo a la trilogía de la crisis compuesta por las novelas Con el agua al cuello, Liquidación final y Pan, educación y libertad.

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